Casa en Benahavís

Una enorme puerta de madera se abre de par en par para darle la bienvenida al santuario, más allá de las estatuas de «Perros Fu», esculpidas a mano en roca volcánica. El pasillo te atrae como si no quisieras irte nunca. Una puerta de madera ornamentada conduce al primero de los dos dormitorios principales, ingenioso en su uso de la madera y la piedra natural. El cuarto de baño es abierto, la ducha acogedora en su cabina de cristal con un lavabo ornamentado enfrente. La cama mira a través de las puertas de la terraza que dan acceso al oasis exterior. Una puerta lateral conduce al vestidor, elegante con puertas de cristal iluminadas y amueblado con muebles hechos a medida. Otra puerta conduce a la zona de spa, donde puede comenzar el rejuvenecimiento. Disfrute de un masaje completo, reclínese en una sauna para 8 personas o sumérjase en la exclusiva bañera de 1500 años de antigüedad que se alza orgullosa bajo una claraboya, de la que caen rayos de luz que resaltan su bañera de granito tallado. Saliendo por unas puertas de madera tallada se encuentra el salón de planta abierta y la cocina, ambos con acceso a los jardines y a la piscina infinita. El suelo del salón es una sublime fusión de madera de parqué y una sección de cristal opaco que da la impresión de tener agua bajo los pies. Una chimenea de bioetanol actúa sublimemente como separador de ambientes. La cocina es una obra maestra y exhibe el hábil uso de la madera natural con el acero inoxidable. Resplandeciente con una isla hecha a medida en el centro del escenario, ofrece asientos alrededor de un extremo circular e invita a cualquier chef a mostrar sus habilidades. El segundo dormitorio principal está a la vuelta de la esquina de la sala de estar. Con techos altos y una suave iluminación LED, esta habitación tiene un aire juvenil: el estilo de los años cincuenta crea un efecto hogareño. Un cuarto de baño abierto a un lado incluye una ducha con mampara de cristal y un lavabo dorado. En la planta superior hay un gimnasio totalmente equipado con vistas a las montañas y a los jardines. La planta inferior guarda más sorpresas. Un lavadero con fregadero doble ofrece mucho espacio en armarios y estanterías; los sencillos muros de hormigón se yuxtaponen al discreto suelo de parqué. Una silla chill out languidece en un rincón, ofreciendo un lugar de descanso. Desde el vestíbulo se accede a dos dormitorios, ambos iluminados de forma invisible por luces LED y con hormigón natural que se funde con toques de madera y cuartos de baño de estilo abierto. El mobiliario de felpa contrasta con la piedra y la madera, invitando a tumbarse y relajarse. Hay una sala de cine con un bar y un aseo, todo ello diseñado acústicamente para que el sonido reverbere en las paredes y la experiencia sea totalmente envolvente. Oculta tras un muro de madera se encuentra una habitación del pánico, totalmente equipada para alojar a 12 personas, autosuficiente, que incluye una cocina, un comedor y un cuarto de baño. Desde este refugio fortificado se puede acceder a las cámaras de seguridad y, en caso de pérdida de suministro eléctrico, esta zona permanece completamente conectada. Fuera, en los jardines, la propiedad revela su verdadero ser a través de su flora y fauna, inextricablemente unidas por sus sentidos. Un césped híbrido, sólo hay que cortar dos veces al año, acaricia delicadamente bajo los pies, un jardín de piedra japonés ofrece una sensación de fortaleza, una pajarera de olivos añade una sensación de libertad, y un jardín frutal da tomates, plátanos, aguacates y granadas. En el centro, un antiguo templo de Bali se asienta dentro de un estanque de peces, unido por un puente de madera, que ofrece un respiro del calor del día. La piscina infinita se extiende, con sus tumbonas sumergidas en un extremo y Buda en el otro, espiritualmente perceptivo y siempre presente. Junto a la piscina hay una casa de invitados totalmente equipada con cocina, baño, dormitorio y zona chill out. Al otro lado de la casa se encuentra un último guiño al tema de la vida, el renacimiento y la espiritualidad que fluye por toda la propiedad: el Algarrobo, un árbol de 1.000 años al que cariñosamente llaman «el abuelo». Es monumental y majestuoso, y sus ramas renacen cada 80 años. Te deja sin aliento. Con el emblema personalizada de este hogar por toda la casa, esta propiedad le dejará sin palabras. Inmerso en una burbuja de serenidad y paz desde el momento en que entras, el silencio es profundo en toda la villa, así como una sensación de ser uno con el universo. Con instalaciones de primera clase que incluyen depósitos de agua, 42 paneles solares, un sistema de seguridad de estilo militar, aerotermia y un sistema de purificación del agua, Villa TrueLove es un refugio que ofrece una purificación tácita de la mente junto con una sensación innata de paz. En pocas palabras, entras y puedes salir sin querer, pero Villa TrueLove se convertirá inevitablemente en parte de tu alma.